domingo, octubre 29, 2006

PROLOGO

Que puede ser más absurdo que prologar mi propio blogs de cuentos. Y Si a eso le sumamos el hecho que siendo yo el hacedor de la obra, no tengo aún total noción de que entregará al lector, o al autor.

Creo que este prologo, se convierte en un formidable reto; que me permitirá ordenar, cubrir y por sobre todo aferrarme de mejor forma a mi obra, aun no plasmada en papel “digital”, pero que si encuentra dispersa en mi mente.

¿Pero por que escribo?: En gran parte, por hacerme partícipe de la literatura, no solo como observador/lector, sino, como escritor activo. Deseo emplear como instrumento la palabra. Encantar, y más aún, ser encantado con historias, frases, imágenes y silencios.

Mas, si hay algo esencial y que me empuja a lanzarme al mar literario. Es acércame, si quiera un poco, a esos pasmosos versos que forjo Enrique Lihn en uno de sus libros: “/Pero escribí y me muero por mi cuenta, /por que escribí por que escribí estoy vivo”.

Sin embargo este no es el primer acercamiento que tengo a la literatura. Hace un buen tiempo que estoy moldeando por escrito algunas cosas, pero a diferencia de este blog, estas han sido plasmadas en poesía. La cual, sin duda, es el fin último en todo este viaje literario. Fin último, por que mi intención no es asentarme en la narrativa, sino, en el verso. El verso como exposición de emociones propias, muchas de ellas casi inefables, pero gracias a estados subconscientes permitirán fluir más naturalmente al papel.

Ahora, me atrevo a predecir que estos cuentos tendrán mucho de poesía embebida entre sus líneas, lo que espero sea bien acogida por el lector.

Si hay algo que tengo claro con respecto a estos cuentos, es que deseo que todos sigan una cierta línea. Está línea deberá encausarse en la experimentación de la absurdidad y el surrealismo. Todo en base a las directrices que me depare el subconsciente. Este surrealismo se fundirá con un realismo clandestino y en muchos casos incomodo para el lector. Esquizofrenia, adicciones, ambigüedad, irreverencia, depresión, la soledad de la vida moderna… y tanto otros. Todos tratados con ironía y en algunos casos, con una cruel honestidad.

Aunque existe el deseo imperativo de no involucrar vivencias personales, puede que estas de todas maneras afloren. Creo que esto se produciría por el hecho de tener escasa experiencia como escritor, y también por mi necesidad, en algunos casos desesperada, de ser escuchado y comprendido.

Quiero advertir de algo más al lector: Me preocupa de sobremanera que mi impericia, me lleve a originar largos relatos que no conducirán a nada plausible (Quizás inextricables historias). Además, desde ya me excuso por las descaradas, pero inconcientes, similitudes que pudieran llegar a tener mis cuentos con obras de escritores ya consagrados. Espero que estas semejanzas se entiendan como un desinteresado homenaje a cuanto literato ha pasado por mis manos.

Aprovechando esta acotación sobre influjos literarios y apropiaciones indebidas, me gustaría señalar algunos nombres de escritores, que a mi parecer, ejercerán mayor influencia sobre mis relatos. Es evidente que son múltiples las influencias que puedo llegar a tener: escritores, músicos, películas, etc. Pero creo que son tres los autores que más se harán presente con su legado: Fernando Pessoa, Samuel Beckett y Nicanor Parra.

Lo primero que me viene a la mente sobre Fernando Pessoa, es que no desarrolló una poesía fácil de entender. Pero si algo he comprendido de sus versos, era su deseo sobrehumano, de hacer hablar a aquello que no tiene palabras. Dar a conocer cosas que están en el alma y que nadie sabe bien que significan, o si se sabe, no se desea exponer a la detracción. Probablemente Pessoa estaba hundido en una depresión; Pero sin duda el ansiaba entender este estado, casi metafísico, que consumía su vida. La poesía fue su gran herramienta para escudriñar lo incomunicable, lo intraducible, lo imposible, de ese estado tan tormentoso de su existencia. Un desafió irracional, como todo análisis que se quiera hacer del alma, y que me cautiva de sobremanera.

Creo que su poesía servirá de gran ayuda para encauzar de mejor manera la obra que he empezado a forjar.

Aquí, uno de sus versos:

Entre el dormir y el sueño
Entre yo y lo que en mí

Es quien yo me supongo.
Corre un río sin fin.

Debo reconocer que mi acercamiento a la obra de Samuel Beckett es más bien reciente. Pero bastó con que leyera uno de sus cuentos para sentirme totalmente embobado y fuertemente tocado por sus historias de la realidad humana. A medida que he leído más y más sus cuentos, he percibido que el primer relato que leí contenía todo lo que contiene el resto de su obra, es decir, lo que uno piense de un cuento en particular, puede ser aplicado a cualquier otro escrito de Beckett. Con esto no quiero decir que su obra narrativa haya sido monótona, todo lo contrario; Cada uno de sus relatos, hasta el más ínfimo de ellos, fueron capaces de transitar por territorios del ser humano (fatigosos territorios), donde habita la incomodidad y la angustia. Formar tiempos y espacios demolidos y monocromáticos, en los que se escuchan voces que murmuran y gritan en la oscuridad.

Aun estoy asimilando la narrativa de Beckett. Pero he percibido que está asimilación exige abandonar la postura crítica que comúnmente se tiene como lector, y llevarse únicamente por la intuición. Quizás para una mejor lectura de Beckett, se deba tener una postura recomendada por un crítico literario (Esto lo leí en algún blog, el cual no recuerdo su nombre): No existe ningún significado valido, a menos que él (Beckett) manifieste lo contrario.

Aquí un trozo de “Basta”: Un día me dijo que le dejara. No sé si al decir eso se refería a abandonarle o a separarme de su lado unos pasos. Nunca me hice la pregunta. No me hago otras preguntas que las suyas. Fuera lo que fuera me largué sin volver la cabeza.

Dado que este prologo se está alargado demasiado, tomando en cuenta que estoy prologando para un blog y no para un libro, trataré de resumir al máximo todos los comentarios que tenía pensado realizar sobre la más omnipotente influencia que creó voy a tener en este blog: Nicanor Parra.

Ahorrándome todo comentario sobre la importancia que tiene la obra de Parra en la literatura (Ya existen bastantes escritores que hablan y se lucran con ese tema), quiero dejar presente un aforismo muy personal: Hay un suceso que me marca un antes y un después en mi vida: mi acercamiento a la obra de Parra. Con esto dejo en claro que no solo ejercerá un efecto acentuadísimo en este blog, sino, que lo hizo y lo está haciendo en mi forma de como llevo o deseo que sea mi existencia.

Para entender de mejor forma estos comentarios, detallare algunos puntos aclaratorios (En estos tiempos de “Parramania”, creo que estos puntos servirán de mucho para que las personas que están empezando a tener un acercamiento a su obra, entienda más transparentemente cuales son algunas cosas que Parra desea expresar en sus múltiples trabajos):

1.- La ironía ocupada por Parra es una manera oblicua de criticar la realidad contemporánea. Su obra no desea únicamente sacar una carcajada, si no, dar a conocer una opinión, camuflada por la ironía pero opinión al fin y al cabo.

2.- Desea sacar al lector de la modorra en que se encuentra sumergido. En muchos casos, por el abismo que divide el arte de la vida.

3.- Fundir magníficamente el realismo con el surrealismo.

4.- Las grandes mentiras de la vida moderna consagradas como verdades, son blanco de su cuestionamiento y su agresión.

5.- Visión directa y sin tapujos de la monotonía y la falta de identidad presente en estos tiempos.

Conclusión: Romper con todo lo que oprime o enajena al ser humano.

Son tantos los comentarios que podría realizar de Parra, pero este Prologo debe tener un termino. Además, que no deseo quedarme sin lectores antes de tiempo.

Por último mencionare lo siguiente; Cada cuento irá acompañado de una canción. Trataré que el tema tenga alguna relación con el cuento en cuestión, pero esto no lo aseguro. En algunos casos por pereza o por simple capricho, optaré por elegir una canción al azar.
Para esta ocasión elegí un tema del más grande contador de historias en el rock: Bob Dylan.

Bob Dylan - Things Have Changed


Posteado por Cronopio a las 8:43 p. m. -