martes, noviembre 28, 2006

ESPACIOS GANADOS
La vida es un sueño,
pero puede ser una pesadilla o un sueño agradable.
Es nuestro trabajo conseguir que sea un buen sueño.
Alejandro Jodorowsky

Me parece estar sentada en el sofá jugando con la muñeca que me regalaste mientras tus pies flotan en el balcón y tu mano sostiene un cigarrillo. Estas observando el espacio entre la ventana y el jardín como queriendo olvidar lo acontecido el día anterior. No tengo claro si vistes de rojo o son las cortinas las rojas, creo que eres tu el de rojo las cortinas nunca fueron rojas. Sigues observando el espacio, tus pies flotando y el cigarrillo quemándose.
Yo recuerdo, mas no quiero recordar, el episodio del día anterior y del ulterior que se empieza a forjar con similitudes atemorizantes.

En este nuevo espacio que ocupo, aislada del exterior por unos barrotes, me siento más libre y ansiosa que nunca. Son 12 pasos verticales y 6 horizontales. O quizás al revés, me gusta pensar en eso. Son lugares y espacios algunos perdidos y otros ganados, pero espacios al fin y al cabo.

Definitivamente vistes de rojo y tienes una barba muy larga que se enreda con tus malas palabras y el olor alcohol que ahoga cada espacio navideño. Tus pies flotan por la casa. Mama callada por tus golpes al alma y a la carne, hace una mueca de risa falsa como queriendo ocultar una lagrima fácil que brota de sus ojos.

He decorado muy prolíficamente mi nueva casa, lo de celda no me gusta mucho, prefiero llamarla casa. Gracias al permiso del alcalde, pinté las paredes de un color amarillo claro, parecido a la cabaña que tenía la abuela muy cerca de la playa. Además, he colgado dos cuadros: el primero es una foto de unas montañas donde se aprecia una pequeña cabaña que parece aferrarse con fuerzas al terreno en declive. El otro, es un gran valle con muchos espacios verdes y un oasis donde toma agua el caballo de un campesino. Paso horas observando estos dos cuadros, primero las montañas, luego el valle y después vuelvo a la montañas. Me preocupa que el caballo no sacie nunca sed, no quiero que el oasis se seque. A veces siento que los cuadros se mezclan; el oasis, las montañas el valle y la cabaña, todo en uno. Me gusta combinar espacios grandes y transformarlos a mi antojo. Adoro los espacios.

No te cansas de observar el espacio entre la ventana y el jardín, sin embargo eso no cambiará lo acontecido el día anterior y el ulterior. El gato corre tras una cucaracha burlando toda regla de no saltar encima del sofá lo que provoca una serie increpaciones al gato, a la cucaracha y a mi madre que no tenía pito que tocar en todo esto. La cucaracha ocupa un espacio mínimo dentro de otro espacio de la casa que es aún menor al espacio que ocupa la cucaracha.

La cama la he ubicado de tal forma que al entrar el sol por la pequeña ventana de mi casa, me den justo los rayos luminosos en la cara. De esa manera me despierto un poco antes que la gendarme de el aviso para la primera revisión del día. Esos pocos minutos antes del aviso, los ocupo exclusivamente a mirar la foto de las montañas. Estoy convencida de que al observa esa foto con detención, se puede apreciar como sale el campesino de la cabaña, que está a los pies del cerro, y se pone a caminar en dirección al valle donde se encuentra el oasis. Parece extraño que una simple foto pueda llegar a tener a vida. Pero esto solo se logra con horas y horas de observación, mucha paciencia y por sobre todo de adoración por los espacios.

El día anterior comenzó de manera muy extraña, daba la sensación que todo se movía más lentamente, como si el tiempo y los espacios no quisieran que ese día siguiera su curso normal. Al abrir los ojos, tus estabas flotando junto a mi con un cigarrillo en la mano. Transpirabas mucho e intentabas decirme algo. –Papa te regalará en navidad la muñeca que pediste- dijiste entre tartamudeos. Luego te metiste en mi cama y comenzaste a acariciarme. Eran cientos de manos que recorrían mi cuerpo, deseosas de encontrar algo en espacios de mi piel que ni siquiera yo conocía del todo. Esta búsqueda se repitió por mucho tiempo. Fueron años en los que acumulaba odio y sentía que perdía espacios de los que nunca volvería a disponer.


Mientras la mayor parte de mis vecinas se dedica a hacer vida social, yo empleo el tiempo en ordenar mi casa. No dispongo de muchos utensilios de aseo, pero he fabricado una escoba con los restos de una sabana vieja que encontré en la lavandería y como detergente, ocupo cachos de jabón que me he robado de las “duchas”. Una vez que está todo reluciente, ocupo lo que queda del día en observar mis cuadros. Cuadros llenos de espacios sempiternos. Los armos, reordeno y los vuelvo a crear.

Cuando cumplí la mayoría edad me sentía muy tranquila y dispuesta a cumplir con lo que había planificado por mucho tiempo. No quería que hubiera duda de mi total conciencia en la acción que iba cometer y fue la razón por lo que decidí cumplir esta edad para llevar a cabo mi cometido. Esperé a que todos me dieran el saludo de cumpleaños, y me dirigí al mueble donde se encontraba el revolver. Ya había practicado con unos blancos en movimiento (pobres conejos fueron victimas inocentes de todo esto), por lo que estaba preparada para cualquier situación inesperada.
Luego me encamine hacia al balcón donde tus pies aún flotaban y tu mano sostenía un cigarrillo. Por unos segundos, cierto estado de ambivalencia provocó que mi mano temblara, mas ya estaba todo escrito. Apunté y te disparé justo entre los dos ojos. El cigarrillo cayó al suelo, mientras, tu tercer ojo salía expulsado a gran velocidad, gozoso de ser liberado. Cuando tus pies dejaron de flotar, el tiempo y los espacios volvieron a tomar su cause normal.

Pasaron unos meses antes de ser llevada a mi nueva casa. Mi casa…12 pasos verticales y 6 horizontales. No me puedo quejar, tengo todo lo que siempre quise.

Nine Inch Nails - Burn

Posteado por Cronopio a las 6:51 p. m. -  2 comentarios

domingo, noviembre 19, 2006

PLEGARIAS A ENRIQUE LIHN
Descanse Sr. Lihn, descanse por que se lo merece. Su vida fue poesía; cada trozo de su existencia lo fue. Es que usted nunca quiso hacer diferencia entre sus versos y el existir. Su vida fue poseía y pareciera que su muerte también lo fuera, o mejor dicho su inmortalidad. Esa inmortalidad poética que tanto se aprecia en estos días.

Estamos rodeados de tantos versos sueltos Sr. Lihn. Son versos que son arrojados al mar y de eso poco queda, la gran mayoría se los lleva la corriente. Pero no me culpe a mi Sr. Lihn, yo estoy con una gran red tratando de pescar aunque sea un suspiro y solo consigo un par de artefactos reciclados y una que otra alabanza a la muerte. He llegado a pensar que mi red está agujereada o se ha dañado con el tiempo, mas no es así, es la pesca la mala Sr. Lihn.

Como se le echa de menos por estos parajes Sr. Lihn; Usted dirá que su obra está presente, y estoy de acuerdo con eso, mas es su presencia la que hace extraña en demasía. Falta el disidente que haga temblar la tierra de los críticos y escritores mayores y menores de la actualidad.

Usted si que supo alejarse de los buitres fariseos que deseaban hacerlo caer en tentaciones siniestras del negocio literario o seudoliterario. Ahora eso sería impensable Sr. Lihn. En esto días todos pelean como perros callejeros para aparearse con la perra en celos, esa perra que arroja como recompensa contratos insípidos y premios literarios manoseados. Quien más que usted se merecía el reconocimiento de todos sus pares, sin embargo, su insobornabilidad irritó tanto a la elite literaria, que fue apartado como una manzana podrida.

A pesar del tiempo y el espacio que nos separa, me es inevitable comparar su vida de tanta lucidez y autenticidad, con la poca calidad de los ideales de la sociedad en que me encuentro inmerso. Este mundo Sr. Lihn, está lleno de triunfalismo sin fundamentos y meritos sobre encumbrados y degradantes. De seguro usted se sentiría más cómodo entre los supuestos perdedores de ahora: Seres interesados en un desarrollo personal más espiritual y humanizados. Pero de esos hay pocos.

Es todo tan rápido ahora, tan rápido y sin sentido Sr Lihn. Pareciera que anduviéramos en un círculo sin salida, ni siquiera un quiebre. Esta ciudad es como un gran bostezo que llena los cuerpos tan solo de aire y banalidades. Nos rodean de fiestas de la cultura, la cultura entretenida le llaman ahora, y televisión que nos convierte en seres sosegados impidiéndonos cualquier despertar que pueda acabar con la pasividad intelectual y rompa con la exacerbación consumista.

Se que es muy fácil culpar a medio mundo, pero no me queda otra alternativa. Soy tan cobarde Sr. Lihn, además que la cobardía y la soledad no son buena compañía. Se han robustecido tanto esas dos que me tienen entre la espada en la pared, no dan tregua alguna. Me siento atrapado entre cuatro paredes, en una gran ciudad de 4 paredes. Choco con todo y todos como si caminara en reversa y sin un objetivo claro, en más de una ocasión he deseado parar los automóviles con mis manos. Me siento ultrajado y burlado por promesas de una vida llena felicidad. Esto me ha provocado mucha rabia Sr. Lihn, que se ha expresado en injurias y calumnias a los menos involucrados de este acabose.

Pero en esta ciudad de cuatro paredes no todo está consumado, por lo menos no para mí. Existe una pequeña grieta que deja manar un poco luz. Al acercarse y poner atención se ve las obras de seres que al igual que usted vivieron la literatura por completo. Están los cuentos de Beckett, los cronopios de Cortazar, la olvidada prosa de Cristián Huneeus, los versos alucinados de Carlos de Rokha... Pero por sobre todo, veo una vida de creación; la suya.

Como desearía ser el continuador de esa vida de creación.

Ahora, es probable que usted se pregunté a que viene todas estas palabras llenas de quejas, además que ya lo debo estar aburriendo con mis plegarias. Bueno, hace bastante tiempo que me conoce y sabe más de mí que el mismo Dios, por eso le pido dejarme mirar e iluminarme tan solo un poco más, es solo un empujón lo que necesito. No deseo entrar a la grieta, no todavía, tampoco cambiar este mundo para eso no fui concebido. Solo me conformaría con un poco de poesía salida de mis entrañas, embebida de honestidad y quizás un poco surrealismo.

Esperaré su señal Sr. Lihn. Pero no crea que lo haré mirando al horizonte, la pereza no ayuda mucho en esta tarea. Comenzaré con algo bien simple, soltaré el nudo de mi corbata y escribiré algunos cuantos versos.


Tom Waits - God's Away on Business

Posteado por Cronopio a las 7:14 p. m. -  3 comentarios

lunes, noviembre 13, 2006

EL ANGEL CAIDO
Esta historia comienza con la llegada de una joven pareja a los suburbios de la ciudad. Extasiados el uno por el otro, parecen absorbidos en una simbiosis que los hace flotar en un paraíso infinito. Paraíso muy ansiado; Que esperan cambie sus vidas llenas de dolor y frustración. Vidas que harían caer en angustia hasta al más frió de los burgueses.

Ella, Maria es su nombre, es de estatura pequeña y de una belleza muy peculiar que en ciertos momentos recuerda a las ninfas de los cuadros de Bouguereau.
Por sobre todas las cosas, Maria adora regar el pasto de su casa. Comienza abriendo la llave y dejando que el choro de agua salga de la manguera; como si cada gota fuera un soldadito, y el choro completo, una infantería ávida de acabar con cada espacio de sequedad del patio de la casa. Luego se saca los zapatos y deja al acecho de los insectos sus pequeños y pálidos pies. Sus dedos se estiran tal como haría un recién nacido al despertar. Los sumerge en el césped húmedo, moja los pies y luego a su alrededor, y así está por varios minutos. Cierra los ojos e imagina estar sumergida en el mar; en un mar que nunca ha tenido la oportunidad de conocer. Todo esto le hace romper en una gran carcajada.

El, Mario es su nombre, es muy delgado y de tes morena, viste siempre con pantalones a medio caer y camisa ajustada. Sin intención alguna, iguala a la perfección la hilarante imagen de Cantiflas.
Si hay algo que llena de felicidad a Mario, es una simple frase dicha por Maria cada vez que llega de largas y extenuantes jornadas de trabajo (son de esas frases que provocan que los cuestionamientos existenciales sean totalmente fútiles). -Te amo mi niño- le dice Maria al oído; Mario después de escuchar esas palabras infla su pecho y siente que un cielo de azul felicidad entra por sus pulmones.

Los días pasan a gran velocidad y Maria se siente en cinta. Los días y las noches pasan aun más veloces. Nace un niño muy hermoso; no había rostro como ese. Todos visitan al recién nacido, es que nadie quiere dejar de conocer al nene del rostro angelical. “Que niño más hermoso” se escucha una y otra vez. “Si parece un ángel” dicen algunos. El nombre fue muy fácil de elegir: Ángel.

Pasaron los días, pasaron las noches y los años también pasaron. El pequeño ángel crecía rápidamente, parece desear alcanzar el cielo lo ante posible con sus diminutos dedos.
Maria dedica sus días y sus noches por completo a su ángel celestial. La frase que tanto ansiaba escuchar Mario, ahora se revelan por todos los espacios de la casa. “Te amo mucho mi niño”, dice Maria. Pero Mario sabe que esas palabras ya no son para el. Un ángel de rostro resplandeciente ocupa por completo el corazón de Maria.

Pasaron a un más años, el ángel de Maria es amo y señor de los calles. Todos lo siguen como hipnotizados por una fuerza indescifrable. Siguen las marcas de sus huellas en la tierra, queriendo alcanzar un poco si quiera el aura divina que rodea al ángel.

A diferencia de sus padres, el ángel anda muy bien vestido; Jeans, zapatillas, reloj y camisas, todo de marcas muy costosas que Mario ni siquiera le alcanza para desearlas en sus sueños.-Ese ángel caído anda en malos pasos- dice Mario. Pero Maria hace oídos sordos y agacha la cabeza.
– En que andas mi Ángel- le preguntó en una ocasión Maria, con una culpabilidad que la hizo sentir que juzgaba al mismísimo Dios. – En nada - contesto el. –Es que tengo mucha suerte y soy muy astuto-. Esas pocas palabras bastaron para sanar el corazón intranquilo de Maria.
Mario, en cambio, se hundía cada vez más en contradicciones y angustias. Amaba profundamente a Maria, pero odia desgarradamente al ángel de sus entrañas. –Como puede ser esto- se cuestionaba Mario. - Ese ángel portentoso, es parte de mí. Que hecho para despreciar tanto mi propia carne. Debo terminar con este odio que carcome mi alma. ¡Acaba con esto de una vez!- Se increpaba.

Pasaron días y noches de una oscuridad nunca vista. Se escuchan tres, cuatro… cinco disparos. Todos corren y gritan: “el ángel se ha desplomado en el pavimento”. “El se lo busco”, dicen otros. Maria siente como si cada disparo abarcara todos los espacios de su alma; Con mucha lentitud Maria deja de regar y abriga sus pequeños y pálidos pies. Luego simplemente sigue a la luz. Una luz que la guía hasta donde está su ángel amado.
-Perdón Madre- dice el ángel entre lagrimas de dolor. –No llores mi Angel, has vuelto y estarás conmigo para siempre- Ella lo acuna y lo acaricia suavemente, mientras, su rostro se ilumina con tal hermosura que enceguece a todos los que rodean al ángel.
A lo lejos, Mario piensa en Maria sentada junto a el y sonríe con una alegría que ya había olvidado. Luego introduce el arma en la boca y presiona con fuerza el gatillo.

Beach Boys - God Only Knows

Posteado por Cronopio a las 9:13 p. m. -  1 comentarios

domingo, noviembre 05, 2006

OSCURIDAD Y RUIDO
Y llega el lunes y el martes, y la noche del martes. Ahora, descanso en una cama de aspecto oriental; Me parece que es de una madera fina, o por lo menos eso se pretende aparentar. El lugar es muy reducido: Creo que no mide más de 3 metros, esto por que solo hay espacio para la cama y una jarra de agua. Duermo apaciblemente. Sin embargo, todo cambia sin previo aviso; a la habitación entra un individuo, que si trato de recordar, o de presumir, se parecía al conserje de mi antigua oficina. En adelante todo es oscuridad y ruido.

-Oscuridad y ruido, en eso se han convertido mis sueños.- le dije a un psicoanalista muy anciano que visité hace bastante años atrás. Creo que Fabian era su nombre. - La oscuridad es sinónimo de ignorancia, maldad, muerte y miedo de lo desconocido- me explicaba. Yo trataba de estar atento a sus palabras, pero poco lo lograba. De un momento a otro, me di cuenta que solo pensaba en las ganas de devorar una pizza en el local de Don Nino. Ese fue mi paso por el psicoanálisis; perdida de tiempo y de dinero, que en esa época me era muy escaso.
Esa noche debo haber tenido el sueño más extraño de todos los que tengo memoria. Estoy nuevamente en la consulta del octogenario doctor. A diferencia de lo ocurrido en la realidad, me encuentro muy atento a sus palabras; o eso intento, por que su voz es casi imperceptible. Mientras habla su rostro toma una luminosidad resplandeciente, lo que me produce un estado de júbilo inexplicable. Sin aviso, su voz se convierte en un ensordecedor ruido que ocupa cada espacio de la sala, intento taparme los oídos, mas mis brazos no responden. Nuevamente todo culmina con oscuridad y ruido.

-Creo que esta oscuridad y este ruido, se remonta a mi época escolar, púber posiblemente, en la cual empezaba a tener mis primeros sueños húmedos con mis compañeros del internado, en especial con Joao Miura. Joao era un Bruselense muy alto, delgado y con unas facciones que mezclaban rasgos caucásicos, con pinceladas de orígenes argelinos provenientes de su parentela materna. El sueño era bien simple: Estoy en una cama, al parecer de mis padres, viendo como Joao se desviste (no pretendo entrar en pormenores más libidinosos), repentinamente todo se confunde. Joao pasa a tener el rostro de mi padrastro, mientras es degollado por una mujer muy gorda y de rostro sulfurado. En adelante todo es oscuridad y ruido.

-Jorge Quintas, casado y con un gordo y horrible hijo, ha sido el único amigo al cual me he atrevido a contarle de mis sueños llenos de oscuridad y ruido. De él solo puedo rescatar una sola virtud, y creo que fue por lo cual se gano mi amistad: su insuperable y exquisito gusto por los pantalones ajustados. Obviamente ese pequeño, pero importante detalle, incito a que tuviéramos más de un encuentro en la oscuridad de nuestros dormitorios… hecho que haría revolcarse en sus sepulcros a más de un casto y pío padre encargado, en esos tiempos, de velar cada noche por nuestro querido internado.
Jorge tiene el rostro más impávido que he conocido; por lo que era absurdo, y más aún, imposible dilucidar si realmente escuchaba lo que pretendía revelarle. Le narré con lujo de detalles, cada uno de los sueños que recordaba. Producto de lo incomodo que se estaba tornando la conversación, decidí cambiar radicalmente tema:

- ¿Eres feliz, Jorge?
- Claro -murmuro, no demasiado convencido.
- Feliz… ¿Con respecto a que, Jorge?

No hubo respuesta; pero su rostro, imperturbable aún, empezó a empaparse y enrojecerse de tal manera, que decide marcharme antes de verlo explotar en mil pedazos.

-Después de muchos años de no saber nada de Jorge, me encontré con su mujer y su horrible, pero ahora delgado hijo. Me pusieron al tanto de todo: Jorge, Había muerto 7 meses atrás producto de una neumonía fulminante. Murió solo. Su señora lo había abandonado dos años antes. Me pareció notar un cierto dejo de sarcasmo en la forma en que la mujer relataba la historia.

-He cumplido hace unos días 73 años. Mis sueños llenos de oscuridad y ruido han desaparecido, pero mi ceguera aumenta día a día. Vivo en un edificio en pleno centro de Palermo, no me quejo, espero tranquilo mi último respiro. Cada cierto tiempo un joven apuesto me visita; me relata de su vida nocturna y sus tantos planes de convertirse en una estrella de rock. Yo solo lo observo y en algunas ocasiones dejo caer una lágrima que le produce una gran carcajada.
Los sueños se han ido, es cierto; Ahora… mi vida está llena de oscuridad y ruido.


Daniel Johnston - Dream Scream
-Trailer The devil and Daniel Johnston-


Posteado por Cronopio a las 4:21 p. m. -  3 comentarios